“Un Padre de la Iglesia decía que sólo encerrándose en la propia habitación se puede encontrar completamente con uno mismo y, por consecuencia, se puede encontrar uno con Dios. ¿Cómo puede hablar con Dios un hombre que no está en paz consigo mismo?”
Cada herida es un milagro en gestación. ¿Quién ha sido?.— Entre muchos Jesús pregunta por uno. Busca un tú al que mirar a la cara. Ella quería pasar por Jesús discretamente, como quien sube al autobús, sin molestar al conductor, para acomodarse en el último lugar. Pero Jesús no quiere dar sin darse. Por eso la entresaca de la masa anónima. ¿Acaso no es así la oración? Empezamos buscando el don y nos topamos con el Dador.
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