miércoles, 12 de junio de 2013

Desorden

El torbellino que generan los sentimientos mal orientados y desbocados, nos conducen hacia la confusión y pérdida de sentido de lo que hacemos y vivimos. Nos hace esclavos de nuestras sensaciones, pareciendo nuestra vida un estercolero de residuos que generan todas las actividades y palabras mal usadas por nuestra conducta. 
Luchamos cargados de una armadura cuyo peso y tamaño se nos hace insoportable y la contienda se hace larga aunque sea por la sensación de que no tenemos agilidad para esquivar los golpes y caídas que acontecen.

martes, 11 de junio de 2013

la oración, el ayuno y la misericordia

Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente.

El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica.

De los sermones de San Pedro Crisólogo

lunes, 10 de junio de 2013

Paz consigo mismo


“Un Padre de la Iglesia decía que sólo encerrándose en la propia habitación se puede encontrar completamente con uno mismo y, por consecuencia, se puede encontrar uno con Dios. ¿Cómo puede hablar con Dios un hombre que no está en paz consigo mismo?”

viernes, 7 de junio de 2013

ORACION Adsumus



Aquí estamos, Señor, Espíritu Santo.

Aquí estamos, frenados por la inercia
del pecado, pero reunidos especialmente en tu nombre:
Ven a nosotros y permanece
con nosotros.
Dígnate penetrar en nuestro interior. 


Enséñanos lo que hemos de hacer,
por dónde debemos caminar,
y muéstranos lo que debemos practicar para que, con tu ayuda, sepamos agradarte en todo.


Sé tú el único inspirador y realizador
de nuestras decisiones.


Tú, el único que, con Dios Padre
y su Hijo, posees un nombre glorioso,
no permitas que quebrantemos la justicia.
Tú, que amas la suprema equidad,

 que la ignorancia no nos arrastre
al desacierto,
que el favoritismo no nos doblegue, que no nos corrompa la acepción de personas o de cargos.


Por el contrario, únenos eficazmente a ti, 

solo con el don de tu gracia,
para que seamos uno en ti,
y en nada nos desviemos de la verdad.


 Y, lo mismo que estamos reunidos
en tu nombre, así también, mantengamos en todo la justicia, moderados por la piedad,
para que hoy, nuestras opiniones en nada se aparten de ti,
y, en el futuro, obrando rectamente, consigamos los premios eternos. 


Amén.

San Isidoro de Sevilla



Me conozco frente a los otros



Un monje fue alabado por los hermanos ante el padre Antonio. El lo tomó consigo y lo puso a prueba para ver si soportaba el desprecio. Viendo después que no era capaz de sufrirlo, le dijo: “pareces un pueblo completamente adornado por delante y completamente saqueado por los ladrones por detrás”.

jueves, 6 de junio de 2013

A eso de caer y volver a levantarte



A eso de caer y volver a levantarte.
De fracasar y volver a comenzar.
De seguir un camino y tener que torcerlo.
De encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso no le llames adversidad,
Llámale sabiduría.

A eso de sentir la mano de DIOS
Y saberte impotente.
De fijarte una meta y tener que seguir otra.
De huir de una prueba y tener que encararla.
De planear un vuelo y tener que recortarlo.
De aspirar y no poder, de querer y no saber,
De avanzar y no llegar.
A eso no le llames castigo,
Llámale enseñanza.

A eso de pasar días juntos radiantes.
Días felices y días tristes.
Días de soledad y días de compañía.
A eso no le llames rutina,
Llámale experiencia.

A eso de que tus ojos miren
Y tus oídos oigan.
Y tu cerebro funcione y tus manos trabajen.
Y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta.
Y tu corazón ame.
A eso no le llames
poder humano,
Llámale
milagro divino

(Anónimo)

Párate...



¿Qué te para en el camino?
¿Qué te hace tropezar?
¿Qué es aquello que llena tu vida de sombras?
....
Párate, siéntate, descálzate...
llevas una piedra en el zapato.

No eches la culpa a nadie, párate.
No tomes decisiones aceleradas, siéntate.
No tengas miedo a tus defectos, descálzate.

Ya ahora sigue, porque la vida sigue
y tu meta es VIVIR.