Cada herida es un milagro en gestación. ¿Quién ha sido?.— Entre muchos Jesús pregunta por uno. Busca un tú al que mirar a la cara. Ella quería pasar por Jesús discretamente, como quien sube al autobús, sin molestar al conductor, para acomodarse en el último lugar. Pero Jesús no quiere dar sin darse. Por eso la entresaca de la masa anónima. ¿Acaso no es así la oración? Empezamos buscando el don y nos topamos con el Dador.
Aliméntame Señor
Con tu cuerpo,
hecho caridad.
Con tu perdón,
lleno de misericordia.
Con tu Palabra,
rebosante de vida.
Vísteme Señor
Con la fe
de tu Madre.
Con la valentía
de los Apóstoles.
Con la humildad
de los santos.
Con la fortaleza
de los Mártires.
Con la inocencia
de los niños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario